Muchas veces ofendemos a las personas que mas queremos en la vida, son
esas veces que la ira te hace perder los estribos y arremetes con quien
está a tu alrededor sin tener quizás la culpa de lo que esta pasando,
momentos en lo que pensamos que nadie nos entiende, que nadie nos
comprende y que el mundo esta contra nuestras ilusiones.
Pero
siempre es bueno y reconfortante saber pedir perdón, saber aceptar y
comprender, darnos cuenta que todo es pasajero, que nada es para siempre
y que solo depende de nosotros ponerle la mejor cara a las tristezas,
la mejor valentía ante el miedo y la mejor decisión de lucha ante las
injusticias.
En ese preciso momento es cuando naces nuevamente y
todo a tu alrededor se torna a tu favor, si confías, toleras y
perseveras ante las adversidades pero nunca te dejes vencer.
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